La
Yegua mía
(Volumen IV)
El siguiente texto relata la historia de Carolino Fuentes (pronúnciese Juentes) y formó parte del espectáculo de 1974 como introducción a "La Yegua Mía". Cuando este triunfo pasó al disco, le fue amputado el texto introductorio por razones de tiempo y espacio. Fue así como Carolino Fuentes quedó descabalgado de la yegua... y de la posteridad.
Carolino
Fuentes fue admirado como guerrero y temido como payador. Era
diestro con la lanza y siniestro con la guitarra. Durante las
luchas civiles Fuentes comandó un batallón de lanceros
auspiciado por la corona británica para ser contratado
alternativamente por unitarios y federales. Se llamaban los
"Free Lancers", y eran famosos por sus ponchos
reversibles. Cierta vez, un emisario de los federales le ofreció
a Carolino Fuentes una bolsa de libras esterlinas para que
destruyera a un temible jefe unitario: el comandante de los Free
Lancers, que en realidad era el mismo Fuentes. Fuentes, ávido de
dinero, aceptó el pacto y se tendió él mismo una emboscada. La
planeó cuidadosamente, ya que se sabía muy despierto y ladino.
Una fría mañana de agosto, cabalgando sobre un puente que él
mismo había serruchado, al oír el crujido de las maderas que se
derrumbaban gritó: "¡Ahijuna, no me saldré con la
mía...!" Pese a lo cual cayó en poder de sus propios
hombres. Por suerte él estaba ahí... y se perdonó la vida. El
mismo Fuentes solía decir después: "Ese día, por ser
blando, me perdí una fortuna". Carolino Fuentes es autor
del triunfo "La yegua mía".